Enfermeras, médicos y pacientes, unidos contra la ley de farmacia de Madrid que privatizará la Atención Primaria


Hasta diez entidades que aglutinan a médicos, enfermeras y pacientes de Madrid se han unido en un manifiesto, presentado esta mañana en rueda de prensa, contra el anteproyecto de Ley de Farmacia de la Comunidad de Madrid. Un texto, el del anteproyecto, que ha sido elaborado sin consenso, y que pretende atribuir a los farmacéuticos funciones que son propias de los enfermeras y médicos en la mal llamada “farmacia comunitaria” y que, a su juicio, supone un intento más de privatizar la asistencia sanitaria en la comunidad.

En primer lugar las entidades firmantes han querido dejar claro que “los profesionales farmacéuticos merecen todo nuestro respeto y consideración, pues, como profesionales sanitarios, desarrollan una labor fundamental”. Así se inicia el manifiesto que han leído conjuntamente Teresa Galindo, secretaria general del sindicato de Enfermería Satse en Madrid, y Sara Gasco, secretaria general del Colegio de Enfermería de Madrid.

Como ha señalado Teresa Galindo “esto no es una guerra contra los farmacéuticos. Ellos tienen sus funciones, su labor y es inestimable”. Pero lo que no están dispuestos a tolerar es que se “atribuya unas competencias profesionales a los farmacéuticos de las oficinas de farmacia, que no son de su ámbito y que, por el contrario, ya tienen atribuidos otros profesionales como médicos y enfermeras/os. Ello puede generar un grave conflicto de competencias entre profesionales farmacéuticos de las oficinas privadas de farmacia, y otros profesionales de la medicina, la enfermería e incluso la farmacia de la sanidad pública”.

Por su parte Marciano Sánchez Bayle, presidente del Asociación de Defensa de la Sanidad Pública de Madrid, ha señalado que “estamos hablando de empresas que tienen intereses comerciales. No son farmacias públicas, son empresas privadas a las que se facilita el acceso a los domicilios de los pacientes, donde les pueden ofrecer productos que no son estrictamente medicamentos”. Además, a su juicio, “al mediar una retribución eso hace menos accesible esa prestación a la ciudadanía”, subrayaba Bayle.

Precisamente el que haya intereses comerciales de por medio es uno de los temas que más preocupan a FACUA-Madrid. Para su secretaria general, Ángeles Castellano, con este anteproyecto “los usuarios son los más perjudicados, pues no pueden tener duda de que lo que les ofrecen es lo que necesitan y no fruto de los intereses comerciales. Los usuarios confían en los farmacéuticos y deben seguir confiando en sus profesionales, pero si hay injerencia, si intervienen intereses comerciales, no podrán estar cien por cien seguros de si lo que les ofrecen es óptimo para ellos o les intentan vender algo”.

Competencias enfermeras

Como explicaba Esther Nieto, de la Sociedad Madrileña de Enfermería de Familiar y Comunitaria (SEMAP), “la enfermera que trabaja en los centros de salud la mayoría son especialistas, o están en proceso de serlo por la vía excepcional. Están trabajando con competencias adquiridas e incluidas dentro de la cartera de servicios del Servicio Madrileño de Salud (SERMAS)”. Además, ha recordado que en las visitas domiciliarias, “se hace mucho más que adherencia al tratamiento. Se atiende a la persona vulnerable dentro de si domicilio, porque no puede acudir al centro de salud. Estamos dando un servicio mucho mayor para dar servicio a esa vulnerabilidad, promoviendo su autocuidado dentro del domicilio”.

Así, ha señalado que “el farmacéutico se inmiscuye en las actividades que promovemos, en el cuidado, eso se rompe por la presencia de un agente externo que ofrece algo más fácil, un medicamento, en lugar de cosas que se consiguen con autocuidados, con alimentación saludable, algo que contribuye a su salud más a largo plazo”, ha subrayado.

Precisamente por ello, tal y como recordaba Ana Giménez, secretaria de finanzas de AMYTS (Asociación de Médicos y Titulados Superiores de Madrid) la ley estatal -contra la que a su juicio atenta este anteproyecto de ley- “prohíbe que el que dispense pueda prescribir, de la misma forma que quien prescribe no puede dispensar medicamentos, porque hay un conflicto de intereses. La ley estatal lo deja claramente separado y ahora la Comunidad de Madrid está dando capacidades a un farmacéutico que la normativa estatal separa claramente”.

De hecho, han recordado que otras comunidades autónomas, como País Vasco o la Comunidad Valenciana, también están trabajando en proyectos similares al de Madrid. Como señalaba Giménez, “Madrid está en el punto de mira del resto de comunidades autónomas, siempre es una iniciativa a seguir por el resto, si en Madrid lo paramos, creemos que eso contribuirá a pararlo en el resto”, ha subrayado.

Rechazo en la Asamblea

Por todo ello, en el manifiesto solicitan que “los Grupos Parlamentarios de la Asamblea de Madrid deben rechazar de pleno este Anteproyecto de Ley e instamos a que se promueva una nueva iniciativa legislativa que tenga en cuenta y en la que participen todos los agentes implicados, respetando las competencias profesionales, ya atribuidas por Ley, propicie los derechos y la seguridad de los usuarios y pacientes, desde una atención sanitaria más eficiente, que respete las competencias de los distintos profesionales, no comprometa el carácter público, gratuito y universal de la atención sanitaria y que permita articular la aportación que, según las competencias de cada uno de los agentes de salud, realiza en el ámbito de la comunidad, con criterios de equidad, accesibilidad y longitudinalidad, previamente consensuados”.

De no producirse este rechazo, las distintas organizaciones implicadas no han descartado continuar con sus movilizaciones e incluso acudir a los tribunales, como ha destacado Sara Gasco, secretaria general del Colegio de Enfermería de Madrid, “desde el colegio tenemos previsto emprender acciones legales contra la Comunidad de Madrid si esto sigue adelante”.

Ley de Enfermería

Finalmente Teresa Galindo, secretaria general de Satse Madrid, ha señalado que “decimos no a esta ley de farmacia. La solución más rápida es que en la Asamblea no llegue ni a debatirse. Esta ley, no. No descartamos sentarnos a negociar una ley de farmacia, una que se elabore con el consenso de todos, donde nos sentemos todos y debatamos”. Pero, “al igual que es necesaria una ley de farmacia, también queremos una ley de enfermería. La necesitamos, tenemos nuestras funciones definidas, pero las podemos ampliar”. A su juicio, la solución “para por potenciar la atención primaria. Está demostrado que las ratios de enfermeras son bajísimos, metan más profesionales sanitarios, médicos, enfermeras, lo que necesite el sistema sanitario, pero no privaticen la atención primaria”, ha sentenciado.

El manifiesto está firmado por el Consejo General de Enfermería, el Colegio de Enfermería de Madrid, el sindicato de enfermería SATSE, la Asociación de Médicos y Titulados Superiores de Madrid (AMYTS), la Sociedad Madrileña de Enfermería de Familiar y Comunitaria (SEMAP), la Asociación para la Defensa de la Sanidad Pública de Madrid, FACUA-Madrid, la Unión Española de Sociedades Científicas de Enfermería (UESCE), la Federación de Asociación de Enfermería Comunitaria y de Atención Primaria (FAECAP) y la Asociación de Enfermería Comunitaria (AEC).

CGE

¡Comparte este artículo en las redes sociales!

< VOLVER A LA LISTA DE NOTICIAS